Tras los resultados del 26-O y el estratégico "mercado de pases" legislativo, el gobierno de Javier Milei consolidó el tercio de bancas necesario. Sin embargo, el verdadero desafío comienza ahora: traducir esa posición en la aprobación concreta de su agenda de reformas. Para ello, el eje del poder se ha desplazado hacia los gobernadores, quienes han emergido como los verdaderos árbitros entre el oficialismo y la oposición. ¿Qué peso específico tiene cada gobernador en este tablero?